La cota 705 es uno de los espacios históricos más conocidos de la batalla del Ebro, estando ubicado en la sierra de Pàndols, en la comarca de la Terra Alta, Es como lo llaman los del lugar una cresta de piedras.
Las tropas sublevadas teniendo por objetivo llegar a Valencia, donde se encontraba el gobierno legal, y así aislar Catalunya del resto de la zona Republicana, comenzaron a bajar por el Ebro hasta llegar a Amposta donde romperán la barrera.
Las tropas republicanas volaron todos los puentes desde Mequinenza a Amposta para proteger la zona creando en el Ebro una frontera natural. Dado el peligro que las tropas fascistas ayudadas por italianos y alemanes llegaran a Valencia y con el ánimo de que todos los movimientos diplomáticos que llevaba a cabo la República en el exterior creyeran en una victoria de estos se fraguó la Batalla del Ebro.
El 25 de julio las tropas republicanas comenzaron, en un ataque por sorpresa, a cruzar el Ebro en distintos puntos. Al principio de la batalla, las tropas republicanas que habían pasado el Ebro lograron conquistar rápidamente esta posición durante su ofensiva inicial. Desde su privilegiada situación se podían controlar y batir el resto de cotas que la rodeaban.
El avance republicano llegó hasta Gandesa. Allí las tropas sublevadas lograron contener el avance. A principios del mes de agosto de 1938, el ejército franquista se dispuso a reconquistar el terreno ocupado. Los intentos de reconquistar la cota 705 triunfaron finalmente la madrugada del 14 de agosto en un ataque por sorpresa del 5 Tabor de Regulares de Tetuán. Los sublevados lograron conquistar la posición tras pagar un alto coste de vidas humanas.
A pesar de esta derrota, las tropas republicanas mantuvieron las posiciones elevadas de alrededor frustrando así la ofensiva franquista en toda la sierra de Pàndols. Finalmente, con la batalla ya perdida, las tropas republicanas abandonaron sus posiciones en Pàndols a principios del mes de noviembre.
Hay que visitar esta cima para intentar hacerse una idea de las batallas que allí se llevaron a cabo. La tarea de imaginar la resistencia de esos soldados, su valor, los cambios extremos de temperatura que sufrieron en un lugar tan expuesto al bombardeo fascista y la falta de lugares donde cobijarse hace inexplicable su subsistencia y produce un enorme malestar.
La cota 705 se convirtió en un símbolo de la batalla tras la decisión de la Agrupación de Supervivientes de la Quinta del Biberón de construir en esta posición un monumento para rendir homenaje a los soldados caídos de los dos bandos, el llamado Dado de la Paz. La quinta del Biberón fue la última que fue llamada a filas por el gobierno republicano, sus miembros tenían entre 17 y 18 años.
El monumento fue inaugurado el año 1989 en el marco de la construcción de una gran explanada en la cima, que se ha convertido en un observatorio privilegiado de este espacio natural y antiguo frente de guerra.
El 25 de julio de cada año se conmemora esta batalla en el monumento, este año he sido un testigo de excepción.