Febrero, el Port. Me apetece esta mañana ensimismarme una vez más en los paisajes, en esos detalles que, en contra de nuestra actitud, la naturaleza se empeña en brindarnos día tras día.
Solamente tenemos que levantar la vista y adivinar mil y uno de esos detalles, aquel árbol, aquella piedra, todo parece colocado ahí por una incomprensible razón y en completa armonía.
Da la impresión que todo ello obedece a un concepto que se nos escapa pero que esta presente siempre en la naturaleza.
Saber ver la belleza en cotidiano es un don. En tu caso eres el mensajero, para recordarnos que la belleza está en todos lados.
ResponderEliminarFantásticas fotos Rafael.
Un abrazo
Bonito reportaje.
ResponderEliminarLo dices tú: armonía.
ResponderEliminarA veces vemos el paisaje en su conjunto, pero no vemos los detalles. Es bonito que alguien los descubra para que los podamos admirar.
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