El origen de la devoción y el culto surge a partir de 1384, vinculado con el hallazgo de la imagen de la Virgen, por los pastores Anastasio y Jaime Sorli. Esto llevó a la construcción de una pequeña ermita que quedó incluida en los bajos de la actual hospedería, junto a la fuente.
Fue realizada por Bautista Vázquez en 1598. El conjunto de edificaciones que se conserva pertenece básicamente al siglo XVI. Está formado por la Iglesia (siglos XV-XVIII), la Casa dels Capellans (siglo XVI), la Hospedería (siglo XVI), el Palacio Duques de Segorbe (siglo XVI), y la cruz de término llamada "Prigó Cobert" (siglo XVI). La primera iglesia, fechada en 1439, tenía una planta próxima a la actual de una sola nave con capillas laterales y bóveda de crucería.
La iglesia fue remodelada en el siglo XVIII. Se trata de una iglesia de una sola nave con cuatro tramos y crucero, separados por arcos de medio punto apoyados en pilastras. La cubierta interior es con bóveda de cañón con lunetos en la nave, bóveda de cañón en los brazos del crucero, mientras que en el centro del mismo se levanta una cúpula sobre pechinas.
Tras la capilla mayor se encuentra el camarín de la Virgen, que tiene también acceso desde la sacristía; esta zona del presbiterio tiene su propia cúpula, separada de la nave por una reja del siglo XVIII. Un pórtico precede al acceso de los pies, realizado en sillería de 1588 según consta en el escudo que hay sobre el arco central. Tiene tres arcos de medio punto siendo el central de mayores dimensiones, cubre todo este espacio con bóveda de crucería.
En la parte superior está aterrazado, viéndose en su parte posterior la chimenea de la hospedería y la espadaña del antiguo templo gótico. En el remate se ubica el escudo de Carlos V, se trata de un edículo (relicario) flanqueado por columnas y con un frontón triangular en la parte superior. La portada de acceso lleva inscrita la fecha de 1716, momento en el que se realizaron obras importantes en el templo. El interior de la iglesia está decorado con pinturas al fresco realizadas por Vicente Guilló, con temas alegóricos de personajes bíblicos y narrativos en temas de la Virgen, ya que se representa el hallazgo de la misma. Predominan los tonos rojos y ocres.
También hay yeserías con motivos de rocalla. La hospedería y la residencia episcopal se encuentran sobre la pequeña capilla situada junto a la fuente. El patio del conjunto, abierto, se ordena con arcos escarzanos; a él recaen la hospedería, las dependencias nobles y salones como el llamado "Salón del Obispo". Los muros del patio fueron decorados con pinturas arquitectónicas o trampantojo (trompe l'oeil), de las que se conservan pocos restos. Los salones de la planta principal conservan restos del solado original con azulejería de la época, también de puertas, ventanas y techumbres de madera, esta última con canes decorados con motivos antropomorfos. De este Real Santuario fue mecenas el Obispo de Segorbe Jofré de Borja, como muestra de ello se conserva un escudo sobre una ventana.
Este conjunto fue declarado por Carlos V ermitorio real en 1542, renovado por Felipe II y confirmado por bula Papal en 1555. Ha sido declarado Conjunto Histórico- Artístico, constando de: Pórtico (1508), Templo (s.XV-XVIII), Cruz del Séptimo Dolor de la Virgen (finalizado en el 1598), Capilla Fuente del Milagro (s.XIV), Carpintería de arte mudéjar (s. XV), Claustro Hospedería (1531-1536) y restos del Palacio del Duque Alfonso de Aragón.
Santuario de gran importancia que ha sido visitado por Papas y Reyes a lo largo de los siglos.
Hay un restaurante y un área recreativa.
Un gran descubrimiento el Real Santuario
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