Esta cavidad natural da acceso al pueblo de Cueves, del que recibe su nombre, y supone una de las pocas muestras de cuevas por las que se puede transitar en vehículo.
Durante sus 300 metros se pueden apreciar magníficas formaciones calcáreas, así como la vida ligada a la oscuridad y al arroyo adyacente. Estalactitas y estalagmitas son algunas de las formaciones que podremos encontrar en su interior.
Pasada esta cavidad se encuentra Cueves, una pequeña aldea de no más de 50 habitantes a la orilla del río Sella. Esta bastante bien conservada y además tenemos una gran cantidad de hórreos, casi todos en uso actualmente.
Por la zona se cree de la existencia del Trasgu, un duendecillo bromista al que le gusta poner la casa patas arriba. Su gorro rojo y un agujero en la mano le delatan. Para evitar a este diablillo existe un remedio casero que es ponerle granos de linaza para que se le caigan por el hoyo, se enfade y se marche de la casa.
Precioso el paisaje y el reportaje!
ResponderEliminarMolt bonic el reportage i de una qualitat excel-lent
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