Las sombras se esconden detrás de la niebla. Da igual que el sol esté en todo su esplendor, da igual que el viento la empuje, al final solo queda eso: rumores de las montañas.
Intento fijarlas en mi mente, pero por momentos se evaporan, maldita niebla murmullo, siempre te adueñas del paisaje y pienso -sé cómo engañarte- haré como si me escondo y sucumbirás…
Pero pasa el tiempo y sigues tu dueña de los valles y de las cumbres, te observo y me desprecias, sé que cuando me vaya huiras, pero no me importa, cedo ante ti….
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