Hace años que ya solo voy de visita.
Un día, dos, tres a lo sumo. Pero a veces cuando estoy allí, al girar por las esquinas
me surgen como espasmos pinceladas de recuerdos. Y digo espasmos porque son
como rayos que cruzan por mi mente, solo por un segundo siento aquellas sensaciones que hace ya muchísimos
años deje de sentir.
Es muy llamativo que hasta aquellos recuerdos de sufrimiento
intenso para aquel niño tan metido en si mismo, ahora me produzcan agradables
recuerdos.
Esas calles que veo transformadas me llevan a una época en
que mis más terribles preocupaciones consistían en tener terminados unos trabajos o en la
búsqueda de esa mirada de complicidad de aquella niña que nunca llegaba.
Quien me iba a decir entonces, al rey de las ilusiones, como
habría sido mi vida futura.
Aquellos recuerdos quieren inundarme de tristeza pero no
pueden, benditos años, yo andando por aquellas calles soñando en como sería mi
vida futura, inmerso en mis pensamientos y un poco mas tarde caminando con los
pocos amigos que aun me quedan de aquellos días.
Las personas que veo pasar ante mi me dan la sensación de
extrañeza, de pronto conozco a alguien y nos saludamos, me cuenta su vida y me
dice que trabaja fuera… que pocos quedamos en mi ciudad. Casi toda una
generación desaparecida de....
Mi Calatayud
Nuevamente preciosas.
ResponderEliminarlas tres primeras fotos son tan meláncolicas como tu texto, que me gusta un montón : Tienes dones múltiples.
ResponderEliminarPS Creo que he conseguido subir una foto aunque no he podido escogerla, soy uba calamidad.