Desde hace algún tiempo vengo acariciando un proyecto y hoy por fin quiero dar el paso de presentároslo. Poco a poco he intentado plasmar mi visión de algunas personas a través de una foto, de un retrato.
En todos ellos he intentado captar la personalidad del
retratado, ¿lo he conseguido? Creo que sí, aunque solo vosotros tenéis la última palabra.
El mayor halago para un retratista es que la fotografía resultante
le guste al retratado y me siento orgulloso y un poco más feliz cuando, ya sea
en persona o a través de un mensaje, el retratado me dice que le encanta esa
foto.
Con el tiempo he aprendido que la belleza de las personas se
encuentra a la vista de unos pocos y a veces no siempre coincide con sus rasgos
físicos.
Para comenzar la serie, espero que sea muy larga, os
dejo con un retrato de una persona
maravillosa, casi tan maravillosa como mi compañera en la vida, y que os
prometo que se asomara pronto por aquí, y digo maravillosa porque desde el
primer momento que contemple una foto suya me sentí turbado por sus ojos, me
acomplejo su bondad y su sencillez y añoro el momento de tenerla otra vez
delante de mi cámara.
Sé que a veces nos dejamos arrastrar por la técnica y la tecnología,
no seriamos nada sin ellas, pero dejadme que os regale un rostro, enamoraros
como yo de su mirada para que sintáis que la belleza está al margen de la técnica
y en este momento solo es un accesorio para plasmar una mirada, unos ojos, en
este caso solamente uno e intentad comprenderme.
Os presento a Raquel….
La mirada refleja todas y cada una de las palabras que comentas Rafa. Además refleja una persona transparente y muy agradable.
ResponderEliminarPara mi la foto capta lo que explicas.
Saludos Rafa y espero la siguiente!!
MA