Cuando suelo visitar un cementerio, muy de cuando en cuando, siempre siento una inquietud que no sabría definir. Solo su imagen produce en mi una especie de pesar que casi roza la depresión.
Esas veces pienso que al final de la vida y mientras pasamos a ser tierra como dicen en las iglesias no es ese el mejor sitio en el cual me gustaría estar.
Pero a esas alturas ¿que importa?.
Pero en este cementerio no me ocurrió lo mismo, la sensación que me producía era de paz, de inmensa paz y de una tranquilidad que poco a poco me inundaba.
Seria necio el pensar por mi parte que ese seria el mejor sitio para reposar si no supiera el destino una vez fallecido, pero sea como sea, me encantara reposar allí.
Y ¡no lo viste en primavera!
ResponderEliminarquizás sea la sombra de tantos hombres ilustres o la belleza de sus esculturas y sus tumbas perotambién las que se caen de viejas respiran paz
Hasta los gatos se amansan