El pasado año comence este blog con un recorrido modernista de les Terres de l'Ebre y este año lo comienzo con modernismo otra vez, el primer post se lo dedico a la casa Navàs que aunque me prohibieron hacer fotos de su contenido, si que pude inmortalizar la zona de entrada a la casa.
Esta es un ejemplo de conservación de patrimonio, cosa que realmente me sorprende en este país, la casa es, para los gustos de la época magnífica, es el sueño de un amante del arte, empezando por sus trabajos en madera de olivo y terminando por sus vidrieras que hechizarían al más soso erudito.
Realmente es una joya, ahora explotada por una empresa. No todo puede ser perfecto. Me imaginé durante la visita siendo el propietario y me di cuenta de lo que hemos avanzado estos años. Recordé lo que decían de Felipe II, me encanta la historia, y lo traslade a estos días.
No me enrollo más, os dejo con la historia de esta casa y os aconsejo dedicar unas horas a visitarla y extasiaros con su belleza...
La Casa Navàs es uno de los mejores ejemplos del modernismo a nivel catalan. Construida entre 1901 y 1908 por el arquitecto Lluís Domènech i Montaner y el decorador Gaspar Homar, es la única obra modernista que ha llegado hasta nuestros días en su estado de conservación.
El edificio lo encargó Joaquim Navàs, un rico comerciante de tejidos, en una época en que Reus estaba en plena efervescencia. Navàs y su esposa, Pepa Blasco, encomendaron al arquitecto Domènech i Montaner la construcción de una casa tienda en una de las esquinas de la plaza del Mercadal de Reus. La petición tenía un presupuesto sin límites, de ahí que se convirtiera en una de las obras más lujosas del arquitecto barcelonés.
Como segunda capital catalana, Reus fue una de las ciudades más bombardeadas de Cataluña durante la Guerra Civil Española y la Casa Navàs también sufrió las consecuencias. Por culpa de una de las bombas, el año 1938 perdió la torre, gran parte del tejado y algunas de las dependencias del segundo piso quedaron destruidas. Después de la guerra, buena parte de las estancias fueron restauradas por los propietarios; la fachada aún presenta algunas importantes mutilaciones en la parte superior como son el gran coronamiento y la torre que daban al edificio un aspecto elegante y esbelto.
Tras la imagen de actual edificio dañado se esconde uno de los interiores más completo, fantasioso y espléndido del modernismo catalán. Entrar en la casa es como entrar en un gran jardín de piedra artificial lleno de florituras en el que destacan las vidrieras de más de doscientos metros cuadrados de superficie que, entre claraboyas, tabiques, puertas y ventanas, le dan su esplendorosa imagen actual. También se conservan cerámicas, pinturas, tejidos de seda, lámparas, etc.
Para hacer todos estos trabajos, Domènech i Montaner se rodeó de los mejores artesanos de la época. La casa, construida a principios de 1900, mantiene todas las estancias y el mobiliario original.
Excelente reportaje de la casa Navas. Impresionante muestra del modernismo. Una maravilla!
ResponderEliminarUna joya muy bien fotografíada.
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