domingo, 8 de marzo de 2020

El puente



Te había atravesado cientos de veces, algunos días incluso me plantee la necesidad de tanto tráfico de vehículos, pero nunca te había visto así…

No hice nada más que asomarme y lo que vi me dejó helado. Estabas vacío… Un puente solo sirve para atravesarlo, es un nexo de unión entre dos partes, en este caso dos zonas de una ciudad que modula su vida entorno a ese río, el Ebro.

Pero la imagen que tenías no la había visto nunca, tú que siempre estas abarrotado de personas y de vehículos eras solo para mi, increíble.

Miré al fondo, unas nubes me amenazaban, por un momento la residencia me pareció un castillo (por cierto encantado) y aquel puente me desafiaba a atravesarlo. Poco a poco me arme de valor y paso a paso empecé a atravesarlo.

En mi mente aparecían figuras fantasmagóricas que me obligaban a saltar al rio, que me señalaban el principio y la vuelta atrás, y entre amenazas sonreían confabulándose todos contra mi.

En cualquier momento estallaría la tormenta y el río arrasaría todo lo que hubiera encima de ese puente, todo.

Fueron unos minutos intensos hasta que una reguera de vehículos me hizo volver a la realidad, siempre me preguntare si aquel momento lo provoco mi deseo o si fue una coincidencia, eso sí, tengo la certeza de que nunca lo sabré.




No hay comentarios:

Publicar un comentario