El pasado sábado y dentro de una salida de los Amics dels Castells visitamos la capilla central y la biblioteca del Seminari de Tortosa. Después de una detallada información de Jordi y una bienvenida por parte de su director pudimos contemplar las dos joyas que eran el motivo principal de nuestra visita.
Aunque después os defino más seriamente el Seminari, quiero expresaros primero lo que vi. La capilla, conservada maravillosamente, me sorprendió. El edificio por fuera ya se ve enorme pero no es hasta que entras y lo recorres cuando comprendes el tamaño real del edificio. La biblioteca parece sacada de un cuento, tres alturas con un artesonado espectacular de madera y unas espectaculares ventanas…
EL SEMINARI
Situado arriba de un cerro, en las afueras de la ciudad, es un edificio de grandes dimensiones inaugurado en 1952, en época del obispo Emmanuel Moll. Está formado por un conjunto de pabellones rectangulares distribuidos alrededor de tres patios interiores. El cuerpo central es la capilla, dedicada a la Asunción, un edificio de tres naves, con el presbiterio decorado con pinturas de Josep Obiols. La maravillosa biblioteca, digna de una película, es una verdadera joya por su forma y contenido.
Destacan, a los extremos, dos campanarios con cubiertas piramidales. El conjunto, construido básicamente con ladrillo visto, combinado con detalles ornamentales de piedra artificial, es de un estilo monumentalista de referencias renacentistas, hasta el punto de habérselo calificado del pequeño Escorial.
Fue proyectado por el arquitecto diocesano Vicente Traver Tomás (Castelló, 1888 – 1966) y se construyó entre los años 1945 y 1952 por orden del obispo Moll (1943-1969), con aportaciones de los fieles del obispado.
Actualmente acoge el Colegio Diocesano Sagrada Familia de Tortosa, dos residencias de estudiantes, la Escuela Universitaria de la Salud y el Deporte y un albergue.
Una joya por descubrir
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