domingo, 25 de junio de 2017

las dos princesas...



Una vez me dijiste con un susurro cuanto me echabas de menos, yo mire tus ojos y soñé con poseer tus hermosos labios.

Algún día, me dijiste, algún día.

Y sigo muriendo cada momento mientras espero esa luz que nunca llega....






domingo, 18 de junio de 2017

Robado en la isla de Styrsö.



La sociedad sueca es muy especial. Yo no he comprendido la frase "Hacerse el Sueco" hasta que no he pasado unos días entre ellos. 


No obstante si hubo una cosa que me llamo poderosamente la atención. Esta fue el nivel de penetración que han sufrido en estos últimos años por la emigración de muy diversas razas y culturas.


Decir que las calles de cualquier ciudad sueca es un mosaico de culturas es un hecho. No obstante espero que este nivel de penetración no suponga un cambio notable.



Para muestra un botón....





sábado, 10 de junio de 2017

Goteborg... Sus parques



Pocas veces en la vida se tiene la oportunidad de meterse de lleno en una ciudad con una cultura muy diferente a la tuya.

Eso es lo que he podido disfrutar estos últimos días.


De la mano de la mejor guía posible: mi hija, me he intentado adentrar en la cultura y en la vida de esta maravillosa ciudad Goteborg.


Siempre he tenido una relación muy especial con las ciudades. He llegado a enamorarme de Roma, de Paris  o muy especialmente de Florencia. He llegado a añorar su belleza, su hermosura. Pero Goteborg me ha impresionado.


Y me ha impresionado su gente, su filosofía, su organización pero sobre todo su luz.


Una luz que no me abandonó un solo instante y me ayudó a plasmar tanta belleza, tanta hermosura.


Hoy quiero empezar a mostrarla y quiero empezar por sus bosques, unos bosques que están dentro de la ciudad, que son un ciudadano más y que apoyados por su belleza contribuye a hacer esa ciudad una de las más maravillosas que jamás he visitado.


















jueves, 8 de junio de 2017

A veces...





A VECES Intentaba  comprender por qué me quedaba extasiado mirando por una ventana, observando unas sombras o sorprendido por aquellas luces. Ya desde pequeño supe que mi mirada era especial, y era especial  porque veía luces donde otros ven estrellas, porque extasiado sonreía mirando al mar mientras imaginaba uno y mil reflejos de las olas.

A VECES alguien tiene una idea. ¿Cómo llevarla a cabo?

Esa idea se va transformando poco a poco, el contenido original se va modulando con las aportaciones de otras personas, de aquella idea queda lo más importante, el motor y el origen. Gracias a las colaboraciones, a ese tronco original le brotan múltiples ramas y de ellas surgen los frutos, esos frutos que consiguen que una idea, con el trabajo de muchos, se transforme en un nombre y después en un hecho.

A VECES estas cosas solo se pueden entender si uno está enamorado.

En este caso el amor tiene un objeto: la luz. “Aquellos chiflados con sus locos cacharros”. Pero, ¿cómo comprender a una persona que se emociona con una fotografía, observando una luz que aparece detrás de una cortina, que se queda toda una noche helado de frio para buscar ese instante en un amanecer, una luna, un reflejo, que es capaz de caminar bajo la lluvia durante horas cargado con sus equipos en la mochila para fotografiar un amanecer o para captar un instante de la vida de ese esquivo pajarillo?

A VECES me pregunto cómo dar a entender a los demás lo que para nosotros significa esa luz… tengo miedo de no saber cómo explicarlo.

Mientras tanto algunos de esos “chiflados” seguimos pensando en ella, buscamos esa expresión que se nos resiste y esa fotografía que un día haremos.

Porque… estamos convencidos de que si seguimos trabajando en este proyecto finalmente lo conseguiremos, a veces ante la incomprensión de alguno de nuestros amigos o parejas a las que les robamos tiempo, pero…

¿Qué no daríamos nosotros por ella?




Por la luz