martes, 27 de julio de 2021

La sierra de Pàndols

 

La cota 705 es uno de los espacios históricos más conocidos de la batalla del Ebro, estando ubicado en la sierra de Pàndols, en la comarca de la Terra Alta, Es como lo llaman los del lugar una cresta de piedras.

Las tropas sublevadas teniendo por objetivo llegar a Valencia, donde se encontraba el gobierno legal, y así aislar Catalunya del resto de la zona Republicana, comenzaron a bajar por el Ebro hasta llegar a Amposta donde romperán la barrera.

Las tropas republicanas volaron todos los puentes desde Mequinenza a Amposta para proteger la zona creando en el Ebro una frontera natural. Dado el peligro que las tropas fascistas ayudadas por italianos y alemanes llegaran a Valencia y con el ánimo de que todos los movimientos diplomáticos que llevaba a cabo la República en el exterior creyeran en una victoria de estos se fraguó la Batalla del Ebro.

El 25 de julio las tropas republicanas comenzaron, en un ataque por sorpresa, a cruzar el Ebro en distintos puntos. Al principio de la batalla, las tropas republicanas que habían pasado el Ebro lograron conquistar rápidamente esta posición durante su ofensiva inicial. Desde su privilegiada situación se podían controlar y batir el resto de cotas que la rodeaban.

El avance republicano llegó hasta Gandesa. Allí las tropas sublevadas lograron contener el avance. A principios del mes de agosto de 1938, el ejército franquista se dispuso a reconquistar el terreno ocupado. Los intentos de reconquistar la cota 705 triunfaron finalmente la madrugada del 14 de agosto en un ataque por sorpresa del 5 Tabor de Regulares de Tetuán. Los sublevados lograron conquistar la posición tras pagar un alto coste de vidas humanas.

A pesar de esta derrota, las tropas republicanas mantuvieron las posiciones elevadas de alrededor frustrando así la ofensiva franquista en toda la sierra de Pàndols. Finalmente, con la batalla ya perdida, las tropas republicanas abandonaron sus posiciones en Pàndols a principios del mes de noviembre.

Hay que visitar esta cima para intentar hacerse una idea de las batallas que allí se llevaron a cabo. La tarea de imaginar la resistencia de esos soldados, su valor, los cambios extremos de temperatura que sufrieron en un lugar tan expuesto al bombardeo fascista y la falta de lugares donde cobijarse hace inexplicable su subsistencia y produce un enorme malestar.

La cota 705 se convirtió en un símbolo de la batalla tras la decisión de la Agrupación de Supervivientes de la Quinta del Biberón de construir en esta posición un monumento para rendir homenaje a los soldados caídos de los dos bandos, el llamado Dado de la Paz. La quinta del Biberón fue la última que fue llamada a filas por el gobierno republicano, sus miembros tenían entre 17 y 18 años.

El monumento fue inaugurado el año 1989 en el marco de la construcción de una gran explanada en la cima, que se ha convertido en un observatorio privilegiado de este espacio natural y antiguo frente de guerra.


El 25 de julio de cada año se conmemora esta batalla en el monumento, este año he sido un testigo de excepción.


























miércoles, 21 de julio de 2021

Real Monasterio de Santa María de Veruela

 

En las faldas de la mítica mole del Moncayo se construyó en el siglo XII el primer monasterio cisterciense de Aragón. Su llegada enriqueció la zona con nuevos valores espirituales y culturales, pero también económicos y políticos. 

En 1141, Pedro de Atarés y su madre donaron los valles de Veruela y Maderuela, en torno al río Huecha y a escasos kilómetros al noroeste de Borja, a los monjes franceses de la Abadía de Escaladieu, para que fundasen un monasterio bajo la advocación de la Virgen María. 

Sin embargo, la orden del Císter no dio el permiso para que se procediera a la fundación hasta 1146, siendo por consiguiente el monasterio cisterciense más antiguo de Aragón. La donación fue confirmada en 1155 por Ramón Berenguer IV.

Todo el recinto está protegido por una muralla de poco más de un kilómetro dejando dentro todo lo que necesitaban los monjes: el agua, el molino y el huerto.

Sus monjes, expertos en ordenar los recursos del agua y con el río tan próximo, fueron creando una amplia red de acequias, presas y molinos.

Después de acceder por la puerta principal encontramos un paseo con árboles que desemboca en la puerta de la iglesia. Una construcción sobria, pero de proporciones catedralicias que tardó en ser construida 250 años. Después encontramos el claustro gótico levantino, con capiteles decorados con plantas como es habitual en otras construcciones cistercienses, y en él el lavabo, un templete en el que los monjes se lavaban antes de cada comida.

En la sobria sala capitular se encuentran varias tumbas. Es de destacar la bella portada de arcos y finas columnas que soportan las bóvedas de crucería.

El monasterio estuvo en uso hasta 1835. El cenobio quedó abandonado con la Desamortización de Mendizábal. Se convirtió en lugar romántico, destino de verano y lugar perfecto para curar los males con el aire del Moncayo. A finales de 1863, llegó Gustavo Adolfo Bécquer con su hermano a pasar una larga temporada.







































miércoles, 14 de julio de 2021

Como hemos cambiado


Hace unos días estuve en el Monasterio de Piedra. La ocasión de fechas y coincidencias resultó perfecta: Esos días era el aniversario de un acontecimiento familiar que celebramos allí.

El Monasterio estaba, comparándolo con el del acontecimiento, modernizado en algunas cosas, acceso, organización, etc. pero el resto estaba como siempre.

Si coges fotos, como en este caso, de hace 35 años te llama la atención a primera vista la ropa y estilo de los retratados, además si las fotos las realizaste tu mismo, notaras un cambio de estilo apabullante. 

Pero si vas más allá de esto, de la resolución o de los colores te encontrarás, en este caso, con un monasterio en todo su esplendor en ambos casos.

Por mucho que lo intentemos nunca llegaremos a acercarnos a las creaciones de la naturaleza, por eso hay que dejarnos inundar por la maravillosa belleza de esta, imaginando que nosotros tal vez logramos plasmar una parte muy pequeña de esta.

Una vez más, me dejé inundar de esos colores, por esas formas creadas por la naturaleza ayudada por el paso de los años, de los siglos, para intentar enseñarte a través de mi mirada lo que yo vi.


Recórrelo conmigo…