Alguna vez me he preguntado qué es la
inspiración. Me quedo pensando y, aunque concibo mil razones distintas, no
llego a poder plasmarlas exactamente. Una vez hallada, cualquiera de las
razones me parece inconcreta y hasta simplemente ridícula o absurda.
Pensar que aparece a nuestro antojo es una de
ellas y, además, la más trivial. Pero entonces ¿por qué cuanto más educamos
nuestra mente esta surge cada vez más sutilmente?
Hay personas que creen no haber sentido esa
llamada y a los que posiblemente estas líneas les parezcan una tontería. Otras,
entre las que me encuentro, intentamos buscarla continuamente, sin saber que
ella acude a nosotros en los momentos más inesperados.
Ahora mismo, ni la hora ni el sitio son
idóneos para que surja y aquí esta, a mi lado. Y no es necesario ni ser
artista, ni fotógrafo, ni escultor, ni escritor para sentirla.
Tengo un amigo que se dedica a la reparación
de electrodomésticos. El otro día me comentaba: esta mañana parece que estoy
inspirado, todo me sale bien. Eres un artista sin saberlo, le respondí. Si vierais
su cara en aquel momento...
Y lo peor de todo es intentar buscarla, es una
tarea que podemos realizar durante horas o días en vano. Así como intentar dominarla,
ya que es sencillamente imposible.
Maravillosa inspiración, cuando no estás te
echamos de menos y cuando nos acompañas te ignoramos sutilmente, no nos
abandones nunca.