Pensamos que llegaríamos tarde. La idea de mi amigo
Batiste era hacerla una semana antes pero por mis problemas de agenda, que guay
ha sonado, tuvimos que retrasarlo unos días.
Siempre he dicho que la mejor suerte que puedes tener es
una familia que te apoye y unos amigos que la complementen.
Yo la tengo y me considero afortunado, cuando Batiste me ofreció
a acompañarlo en esta aventura no lo dude un solo momento, y vive dios que una
vez más disfrute.
No quiero ocultaros que al principio pensamos que llegábamos
tarde, pero al llegar se me sobrecogió el corazón. Lo que más aprecio de él es esa entrega, esa
forma de mostrarme cosas maravillosas sin darle importancia.
Lo dicho, me considero afortunado.
Aquí os dejo unas pocas fotografías de las que hicimos
ese día, me emocione al recorrer aquellos campos en flor mientras me preguntaba
porque la naturaleza es tan bella y maravillosa.
Detrás quedaron esos pesares por el mal uso que damos de
ella y vuelvo a preguntarme porque en nuestra ignorancia la ponemos en peligro,
algún día, cuando nos falte valoraremos su verdadera importancia…
Mientras tanto quiero que disfrutéis de esa belleza, la
ruta de las flores de los cerezos de Tivisa.