Una de agua y reflejos...

Desde hace ya unos años estos paisajes son cercanos para mí. Recuerdo muchos veranos que huíamos del calor en este paraje al lado del embalse de La Tranquera. Y fue desde que mis padres decidieran construir un pequeño chalet rodeado de jardines y una espectacular piscina.

Con el paso de los años y las ocupaciones de cada uno esos tiempos se acortaron. Solo la perseverancia de los padres, hoy ya convertidos en abuelos, pudieron no solo conservar sino mejorar este espacio para disfrute de toda “su familia".

Hoy, aprovechando una visita de muy pocos días, quiero haceros participes, primero de la belleza de los paisajes que lo rodean, y después (será en otro post) del precioso vergel que lo acompaña.

Andorra, el final...

Y para concluir con este recorrido por Andorra quiero que me acompañéis a Ordino.

Visitar sus calles y dejarse absorber por su historia fue maravilloso. Supongo que mi acompañante tuvo mucho que ver en este sentimiento.

Ordino es una población que te absorbe. Visitar la Casa Rosell es imprescindible para entender la historia de este país, si puedes, como nosotros, visita sus otros museos y la Iglesia Sant Corneli y Sant Cebrià, de estilo románico.  La edificación data de la época medieval, y fue remodelada considerablemente entre los siglos XVII y XIX.

En su interior encontrarás una talla románica de la Mare de Deu (Madre de Dios), de madera policromada, cuya obra se atribuye entre finales del siglo XI y principios del XII.

Dicha virgen tiene la peculiaridad de ser una de las más pequeñas del principado de Andorra, ya que tan sólo mide 44 cm de altura.

Os recomiendo también el museo postal. En el podréis recorrer la historia de Andorra de la mano de su servicio postal.

Las últimas imágenes son de la Iglesia de Sant Joan de Caselles. Esta se halla en la salida de Canillo en dirección a Francia, cerca de un antiguo camino. Está fechada entre los siglos XI-XII. Sigue el esquema arquitectónico característico de las iglesias románicas de Andorra: nave rectangular con cubierta de madera, ábside semicircular y campanario de estilo lombardo. Conserva dos pórticos, construidos probablemente en los siglos XVI y XVII.

En el interior podréis ver los vestigios de una majestad románica de estuco del siglo XII.

Iglesia Sant Corneli y Sant Cebrià

Iglesia de Sant Joan de Caselles

Historia de una foto...

Mi pasión por los retratos nació en mi infancia. Recuerdo que mucha gente me preguntaba lo que quería ser de mayor, yo levantaba los hombros porque la respuesta era demasiado privada para mi y no quería compartirla.

Esto de tener familia relacionada con la pintura y la fotografía siempre influyó en mi carácter y en mi manera de ver las cosas y aunque luego mi deriva estudiantil y profesional me llevaron a las telecomunicaciones y a las relaciones interpersonales siempre he mirado a la vida desde los ojos del pintor o del fotógrafo.

Esta visión tan particular la he visto definida muchas veces como “Visión fotográfica”  supongo que será cierto, para mi es un tema de sensibilidad y belleza. Cada día y a cada momento veo cosas bellas a mi alrededor que me gustaría plasmar para vosotros.

Esta foto la realicé en un concierto de Jazz (Espai del Jazz Jove dels Països Catalans de la XXVII Mostra Jazz Tortosa Academic), es el grupo Three O'clock Dixie Band y en medio del concierto capté esa imagen que para mi define la personalidad del saxo del grupo.

Esos valles...

No hay valles sin montañas ni belleza sin naturaleza.

A veces un paisaje basta para producir ensoñaciones, para dejar volar esa imaginación que todos llevamos dentro y que solo asoma en momentos muy puntuales.

Y es que la imaginación es una de nuestras mayores virtudes, y aunque muchas personas estén convencidas de que les falta una chispa momentánea los inunda de ella.

Yo en aquellos valles estaba preso de ella, bendita prisión, imagine una y cien veces cómo sería una vida en aquellos parajes, una vida en total contacto con esa naturaleza que me acomplejaba por su infinita belleza.

Minutos después volvía a despertar pendiente de mi vida, consciente de las ventajas y obligaciones y dándome cuenta de que cada vez más hay menos de lo primero y más de lo segundo.

Estos valles y montañas fueron una explosión de belleza y sensibilidad que me hicieron apreciar, aún más si fuera posible, la suerte de tener todos esos parajes casi en nuestra puerta.