Pero esta vez seria distinto, mi viaje
del año pasado se limito a Goteburg, donde reside mi hija y su marido, esta
vez Helsingborg y Estocolmo estaban en
nuestro punto de mira.
Helsingborg por su posibilidad de pasar
en Ferry a Dinamarca, concretamente a su ciudad gemela de Helsingor para visitar el
castillo de Krongborg (donde Willian Shakespeare creo Hamlet). Nunca está de
más saber un poco de la historia del castillo. La verdad es que está unida a la
de toda la ciudad y a su punto de referencia como nudo marítimo y de
comunicaciones. En 1429, el entonces rey Erik de Dinamarca, Suecia y Noruega,
estableció un impuesto marítimo para los barcos que quisieran pasar a través
del estrecho entre Suecia y Dinamarca a otras zonas del Báltico. El impuesto
dio a la ciudad una situación económica privilegiada, que favoreció la
construcción de obras públicas como el castillo.
Con el paso de los años, Krongborg se
convirtió en un punto defensivo importantísimo y ha jugado un papel muy
importante en algunas de las guerras que Dinamarca ha mantenido a lo largo de
su historia. El castillo fue ocupado por los suecos en la guerra que mantuvieron
los dos países en el siglo XVII, más tarde tuvo un papel fundamental en las
batallas contra los ingleses de comienzos de siglo XIX, y finalmente fue
ocupado por soldados alemanes durante la II Guerra Mundial.
Pero hoy es conocido mundialmente porque
dentro de sus paredes fue creada Hamlet. Decía William Shakespeare que en los muros del castillo se le apareció el
fantasma de Hamlet y fue el que impulso a este genio a crear su mas famosa obra.
Por cierto en unas de las almenas
inmortalice a un seguidor de Williams aprovechando una bandera para hacerse un
selfie.
Y aquí toca contaros un secreto, en este
viaje tuve la mejor guía posible, luego os doy más detalles.
Este post es un resumen, posteriormente dedicare otro a cada uno de mis destinos, incluido el museo de Goteburg donde desarrolla su trabajo mi hija, si, lo admito tuve una guía de excepción y además tuvimos la suerte de contemplar un monográfico de Chiharu Shiota, lo recordare mientras viva, y un último post para explicaros porque
me encanta Suecia y su gente.
Estocolmo fue la ultima etapa de nuestro
viaje, que deciros de esa maravillosa ciudad, solo que puesto a elegir me costaría
elegir entre ella y Goteburg.
La primera foto es una sirena que está en
el puerto de Helsingor, sabéis, me recordó a una persona muy importante en mi
vida.
No me enrollo más, os dejo con Suecia, mi Suecia…