El sol se esconde poco a poco, las luces giran hacia el rojo mientras los últimos flamencos se preparan a pernoctar. Una barca solitaria se encuentra anclada en la arena.
Uno, dos, varios amigos sacamos las cámaras, la barca solitaria cobra un inusitado protagonismo, después nuestras miradas giran hacia el mar, las redes están esperándonos.
Ya anochece, unas espigas sirven para despedirnos, hasta el próximo dia, te aseguro que volveré una vez mas.
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