Los reflejos en plata y sol comienzan a
surgir. Hace unos días pasé por el canal de la dreta de l’Ebre y vi que el agua
lo surcaba veloz.
El tiempo del arroz ya estaba aquí.
En pocas horas la imagen del Delta de
l’Ebre ha cambiado. Ese color marrón ocre que me recordaba a las tierras de los
Monegros ha dejado paso a un mosaico multicolor que dibuja el contorno del
mediterráneo.
El viento impide los reflejos entre los
recién nacidos brotes que luchan por asomar sus tenues tallos para acariciar el
viento, mientras tanto una miríada de aves viven, sobrevuelan y se reproducen
gracias a ellos.
Dentro de unos días el verde dominará esta tierra domada por la mirada de esos hombres curtidos que las contemplan
haciéndose sombra con el hueco de su mano.
Pero solo de nosotros depende que
nuestros nietos y sus hijos puedan contemplarlos, cada día que pasa avanzamos
hacia el fin del mundo que conocemos, solo tomando nosotros medidas y forzando
a que las tomen nuestros representantes lograremos salvar la vida como la
conocemos ahora…
Una época del año muy bonita!!
ResponderEliminarEl delta da mucho juego! No hay monotonía!!