Edvard Munch nace el 12 de diciembre de
1863. Pintor de la angustia, del miedo, de la enfermedad, de la muerte… Y
precisamente por ello fue precursor del Expresionismo alemán, al que tanto le
gustaban estas temáticas sórdidas.
En cierto sentido, para Munch eso
representaba belleza, ya que «del mismo modo que Leonardo da Vinci había
estudiado la anatomía humana y diseccionado cuerpos, yo intento diseccionar
almas»
De alguna forma, retrató a la perfección
al hombre moderno y su sufrimiento existencial, tan ligado al sexo como a la
muerte y que se tradujo en los temas que trató en su pintura: la soledad y la
angustia.
Edvard Munch nació en Løten, Noruega. En
su infancia sufrió la pérdida de familiares cercanos a causa de la tuberculosis
y vivió atemorizado por un padre muy estricto y religioso. Inició la carrera de
ingeniería, pero abandonó para empezar una carrera artística que bebía del
simbolismo de Gauguin.
Su estilo, muy personal y expresivo, nada
naturalista, llamó la atención. Paralelamente vivió una existencia marcada por
la soledad, la depresión y el alcoholismo que paradójicamente contribuyó a su
creatividad. Aún así llegó a ingresar en un sanatorio y murió completamente
solo, aunque reconocido artísticamente como el mejor pintor noruego.
Dejó más de 1.000 cuadros, 15.400 grabados
y más de 4.500 dibujos y acuarelas. Sonado fue el robo de su obra maestra «El
grito» en 1994, recuperada ocho semanas más tarde. Diez años después sería otra
vez sustraído y recuperado de nuevo pasados dos años.
Munch murió el 23 de enero de 1944 en su
hacienda autosuficiente de Ekely, en Skøyen, a las afueras de Oslo. Lo hizo tal
y como había vivido: completamente solo.
Tras su muerte, la fundación Ekely dona a
la ciudad de Oslo el conjunto de cuadros, grabados y dibujos propios que obraba
en su poder. Para celebrar el centésimo aniversario de su nacimiento, se
inaugura en 1960 el Munch-Museet.
Los temas más
frecuentes en su obra fueron los relacionados con los sentimientos y las
tragedias humanas, como la soledad (Melancolía), la angustia (El grito), la
muerte (Muerte de un bohemio) y el erotismo (Amantes, El beso). Se le considera
precursor del expresionismo, por la fuerte expresividad de los rostros y las
actitudes de sus figuras y como ya he dicho el mejor pintor noruego de todos los tiempos.
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