A 1071 metros de altura y a sólo 30 km de Huesca se encuentra este majestuoso recinto fortificado considerado como el castillo románico mejor conservado de Europa. Levantado sobre un espolón rocoso lo forman diversas edificaciones, entre las que podemos ver las murallas y torreones, la fortaleza, la torre del homenaje o el mirador de la reina, además de otras dependencias de origen monástico, como la iglesia o la cripta.
Construido en el siglo XI resultó ser pieza clave para el rey Sancho III en la reconquista cristiana de esta Tierra a los musulmanes. Durante el periodo altomedieval el castillo de Loarre, junto con el próximo de Marcuello, ostentaban una importancia estratégica fundamental dentro del sistema defensivo aragonés, frente a la férrea posición musulmana de Bolea.
Os dejo con un fragmento de la presentación del libro “El Castillo” de Luis Zueco ambientado en la construcción de esta fortaleza.
“Me atrevo a decir que no existe en todo el mundo otro castillo que nos permita transportarnos a la Edad Media de la manera que lo hace Loarre. Olviden las películas, la publicidad y todo lo que les hayan contado; nada de lujosos palacios, ni ingenuas princesas. Si quieren sumergirse en la verdadera época medieval y llegar a sentir lo mismo que aquellos hombres y mujeres del Medievo, no lo duden, viajen a Loarre.
En una recóndita sierra, poco poblada y en plena frontera con sus enemigos, un aguerrido monarca decidió levantar una fortaleza militar, pero no una cualquiera. No una más de esas fortificaciones que encaramadas en las montañas, dominando lo más profundo de los valles o enriscadas en auténticos nidos de águila, poblaban los paisajes de reinos y condados en la Edad Media.
Esta es la epopeya del más grandioso e imponente castillo que han visto mis ojos, una de las más impresionantes construcciones de su tiempo, sobre la que se gestó uno de los más importantes reinos medievales.
Una época oscura y peligrosa, donde una vida no valía nada, donde las religiones se enzarzaban en sangrientas guerras en nombre de sus respectivos dioses. La Edad Media puede ser el más evocador de los tiempos de la historia del hombre, pero no fueron unos siglos de prosperidad, ni de avances tecnológicos ni culturales. No fue esa época de caballeros y princesas que han grabado en nuestro imaginario colectivo las películas y la literatura. El Medievo es un tiempo de desigualdades, lucha y muerte. Donde unos hombres con escasos medios y menos conocimientos lograron desafiar las limitaciones que les imponían la ignorancia y el poder”
Precioso castillo. Cómo me gustaría verlo en sus tiempos de esplendor
ResponderEliminarPrecioso castillo. Cómo me gustaría verlo en sus tiempos de esplendor
ResponderEliminarMe encantan tus reportajes y me invitan a querer visitar lo que nos enseñas con tus magníficas fotos y forma de mirar. Soy Pili Madorrán
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