Un año más se produce unos de los acontecimientos más maravillosos que podemos ver.
Los árboles despiertan del invierno y comienzan a desarrollar lo que serán sus frutos. Por el camino brota la vida en sus ramas y aparecen las flores encargadas de la polinización. El ciclo de la vida ya está aquí otra vez.
Los campos se visten de colores para atraer un ejército de insectos que son los encargados de la tarea. Cada rama, cada brote, cada flor presenta una belleza infinita.
Juan Ramón Jiménez ya dijo:
Brotado todo estoy de flor y hoja,
en esta verde soledad luciente
donde hablan dos pájaros tranquilos.
Como al almendro, abril me llena todo
de brillos ricos, cálidas estrellas
sacadas por mis últimas raíces.
¿Una vez más esta frescura nueva,
que cubre el tronco gris, que lo promete
de nuevo alegremente renovado?
Fotografías realizadas en la zona de Mora d'Ebre y Mora la Nova.
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