El Ebro y Amposta siempre estarán relacionados, no puede imaginarse ninguno de ellos sin el otro.
Ya me veis aquí, en una fria mañana de invierno con los colegas Joaquin y Paco intentando capturar los reflejos de la vegetación de la orilla y del puente en unas aguas solamente turbadas por el esporádico paso de las canoas del Club de remo.
Siempre te repites,
cuando te veo arriba y abajo,
reflejada en el agua
meciéndote con el viento
Subes y bajas,
vienes y te vas,
yo ya no te espero en mi orilla,
se que tu no vendras
Busco tu imagen en el reflejo,
te busco, pero no estas
es solamente agua
aunque parezca la mar
R. Ricote
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