Hacía unos meses que no subía a verte. Nuestra relación cambio hace unos años, de visitarte casi todos los días fui abandonándote poco a poco hasta que hace un lustro ya solo te hacía un par de visitas al año.
Aun recuerdo la primera vez que subí a tu lado, había un viento terrible que balanceaba nuestro coche. Al llegar a tu lado casi no podía estar en pie de la intensidad que tenía, pero sé que aquel día me hechizaste.
Pero de eso ya hacen unos años, después de aquel día nuestra relación se fue consolidando, sonrío al recordar ese orgullo que sentía al ver tu luz que me guiaba cada vez que salía de Tortosa, eras mi faro particular.
Te fui cuidando y dando forma hasta que un tiempo después eras una parte muy importante de mí vida y de mi. Pero la vida es así, va modulando a las personas al baile de sus intereses y movimientos.
Ay de aquel insulso que cree que la domina a su antojo… Que equivocado esta.
Hoy he vuelto a hacerte compañía. Estabas radiante con esa niebla que recorría veloz tu cima, durante unos minutos he recordado mil y una sensaciones, cientos de aventuras que tenemos en común, y de verdad, me he sentido otra vez como en casa.
Prometo que a partir de hoy me verás mucho más a menudo…
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