viernes, 12 de julio de 2024

Unos días por el norte: La Costa Quebrada

 

La mayor ventaja de apasionarte la fotografía es que cuentas con una eterna compañera de viajes y correrías. Estos días estoy colgando unas imágenes realizadas en este maravilloso viaje que hemos realizado Coral y yo por las tierras de Santander.

Y no podían faltar las realizadas en la costa santanderina.

Costa Quebrada es una franja litoral entre Santander y Cuchía que a lo largo de veinte kilómetros y cuatro municipios se sucede de formas variadas. Al principio del recorrido se asoman las primeras playas y la costa parece domesticada, pero al salir de la ciudad, llegar a Cabo Mayor –donde el mismo faro lleva guiando a los barcos casi dos siglos– y seguir hacia el oeste, el paisaje se vuelve solitario y agreste.

Si algo embelesa a los visitantes de Costa Quebrada son sus caprichosas creaciones. A la hilera de acantilados que caen como cuchillas se unen otras esculturas naturales que a veces explotan de manera concentrada, como la plataforma rocosa que se cuela hacia el mar en la playa de la Arnía mientras el mar se estampa contra los islotes.

El resultado del trabajo de millones de años es un pliegue fraguado por movimientos tectónicos, sedimentos y zarpazos de un mar que ha ido esculpiendo afilados acantilados, inmensos arenales y preciosas calas; dunas, arcos y grandes farallones, aunque también desembocan ríos y se mantiene algún pinar.




























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